Paternidad Responsable
En la Humanae vitae la paternidad responsable implica diversas cosas (cf. HV, 10):
1º Ante todo, el conocimiento y respeto de los procesos biológicos de la procreación, es decir, descubrir con la inteligencia las leyes biológicas que forman parte de la persona y que se ordenan a dar la vida. Los esposos deben esforzarse por conocer su íntima naturaleza.
2º Luego comporta el dominio de la inteligencia y de la voluntad sobre las pasiones y las tendencias del instinto en lo que tiene que ver con la vida sexual. Es decir, implica adquirir las virtudes morales (castidad, dominio de sí, etc.).
3º Por último, atendiendo a las palabras textuales de la encíclica, “ya sea... la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa, ya sea... la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto por la ley moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido”, sólo en última instancia se señala como ejercicio de la paternidad y maternidad responsables la decisión respecto del número de hijos o la regulación de la natalidad, y lo hace en términos que hay que pesar:
a) Puede tratarse, ante todo, de una decisión ponderada y generosa de tener una familia numerosa; nada más absurdo que identificar “paternidad responsable” con la simple decisión de “limitar” la familia. Juan Pablo II decía: “en la concepción de la ‘paternidad responsable’ está contenida la disposición no solamente a evitar ‘un nuevo nacimiento’, sino también a hacer crecer la familia según los criterios de la prudencia”39 . En cuanto al número de hijos decía Juan Pablo II: “Es preciso que se establezca este nivel justo teniendo en cuenta no sólo el bien de la propia familia y estado de salud y posibilidades de los mismos cónyuges, sino también el bien de la sociedad a que pertenecen, de la Iglesia y hasta de la humanidad entera. La encíclica Humanae vitae presenta la ‘paternidad responsable’ como expresión de un alto valor ético... supone también la disponibilidad a acoger una prole más numerosa”40 .
b) También puede tratarse de una decisión de evitar un nuevo nacimiento (durante algún tiempo o por tiempo indefinido); decisión que debe ser tomada: (i) por graves motivos; (ii) y en el respeto de la ley moral; esto último es fundamental y por eso dice Juan Pablo II: “Bajo esta luz, desde la cual es necesario examinar y decidir la cuestión de la ‘paternidad responsable’, queda siempre como central ‘el orden moral objetivo, establecido por Dios, cuyo fiel intérprete es la recta conciencia’”41 . Y en otro lugar: “... La paternidad responsable, o sea... la regulación de la fertilidad moralmente recta, se trata de lo que es el bien verdadero de las personas humanas y de lo que corresponde a la verdadera dignidad de la persona”42 .
En conclusión, una decisión contra la ley moral de Dios objetivamente no es jamás un acto de paternidad y maternidad responsables.
Reflexión
¿Qué significa, en realidad, el concepto de paternidad responsable en la sana teología y en el auténtico Magisterio de la Iglesia?
Analiza lo que implica la paternidad responsable en la Humanae vitae.
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